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sábado, 1 de febrero de 2014

4º día: Amberes


Al día siguiente, nuestro cuarto día en este país, seguía lloviendo.

Salimos bastante temprano hacia Amberes, ya que teníamos un apretado programa de viaje.

Atravesamos calles, plazas y avenidas, que ya nos resultaban familiares, dejando a la izquierda la imponente mole de la iglesia del Sagrado Corazón, para recorrer los 50 km que separan Bruselas de Amberes.

La campiña belga es completamente plana y en este tiempo de primavera, muy verde, salpicada, con frecuencia, por granjas y con ganado vacuno pastando en esos sabrosos prados.  Atravesamos también algunos pueblos. Aunque la agricultura y la ganadería ocupan el último puesto de los sectores productivos en este desarrollado país, no por eso los campos dejan de estar bien aprovechados y cuidados.

Amberes tiene casi medio millón de habitantes, es la segunda ciudad  mas grande de Bélgica; su puerto es uno de los mas grandes de Europa y del mundo, y tiene importantes monumentos, testigos de su compleja historia, que la hacen una bella ciudad.

El nombre de Amberes, en neerlandés Antwerpen, puede venir de una bonita leyenda, acerca del gigante Druoon Antigon, cuya estatua adorna la Plaza Mayor, que vivía en el río Escalda, que atraviesa la ciudad, cobrando peaje a los barcos que quisieran pasar. Si un barco no pagaba, el gigante le cortaba la mano al capitán y la arrojaba al río, hasta que el centurión romano Silvio Brabo se enfrento con el gigante, le corto la mano y la arrojo al río, lo mismo que él hacía con sus víctimas. De ahí el nombre (Ant=mano, Werpen=lanzar) de la ciudad: Antwerpen.

Los descubrimientos arqueológicos indican que hubo en este territorio poblaciones galo-romanas en los s.s. II y III a.C., pero su historia comienza, como el de muchas ciudades belgas, con la creación de dos asentamientos: Aanwerp, que significa montón de tierra, otro posible origen para el nombre de la ciudad, y Caloes, 500 m al sur.

Los vikingos, que asolaron estas costas durante siglos, destruyeron una fortificación que había sido construida hacia el s.VII, pero no fue hasta que san Norberto levanto la Abadía de San Miguel de Caloes, y mas tarde, los canónigos de esta iglesia se trasladaron mas al norte, para fundar una nueva parroquia en torno a una pequeña capilla dedicada a la Virgen, precursora de la catedral, que se desarrollo un burgo en ese lugar.

La ciudad, que pertenecía al Ducado de Brabante, siguió creciendo, hasta convertirse, en el s.XIV, en un importante centro comercial y financiero gracias a su puerto y al mercado de la lana.

Sin embargo durante este siglo la hegemonía la ejerció Brujas, donde se estableció la corte, y no fue recuperada por Amberes hasta medio siglo después, cuando la navegación por el canal Zwin de Brujas se hizo imposible, por la acumulación de sedimentos, y el puerto de Amberes acogió todo el trafico marítimo en el s. XV.

Durante el s. XVI, Amberes fue el centro de las luchas religiosas entre católicos y protestantes, llegando estos últimos a destruir la catedral. La ciudad fue asolada por una serie de acontecimientos desastrosos, que aumentaron en el s. XVII, cuando, tras el Tratado de Westfalia, que puso fin a varias guerras, fue cerrado el paso, por el río Escalda, para todas las embarcaciones que no fueran holandesas. Sin la comunicación por mar, Amberes estaba perdida.

La antigua prosperidad de la ciudad decayó entre los s.s. XVII y XIX, mientras el río Escalda estuvo cerrado. Tras varios intentos de restablecer el tráfico fluvial, y cortos periodos de tiempo donde esto se consiguió, su apertura definitiva llego en 1.863.

Después de las dos guerras mundiales que tanto perjudicaron a Amberes y a toda Bélgica, durante el s. XX, la ciudad ha experimentado un gran crecimiento económico, y hoy día Amberes es una de las ciudades mas prósperas y bellas del país.

Hay que citar, en primer lugar, que Amberes es una de las capitales del tallado y comercio de diamantes mas importantes del mundo; nuestro autobús entro en la ciudad, precisamente, por el barrio donde viven actualmente los judíos ortodoxos, que se ocupan de este gran negocio.

 Se los distingue facilmente por su vestimenta y peinado, la primera tiene su origen en el traje que  usaban en Polonia desde el s. XVIII, al menos. En Bélgica, con su destemplado y frío clima puede ser adecuado, pero cuando se les ve en Israel, vestidos de la misma manera, se piensa en el calor que deben de pasar. Además de por el sombrero, se distinguen por los tirabuzones que llevan a los lados de la cabeza, cerca de las orejas.

Esto en cuanto a los hombres, e incluso a los niños. Las mujeres nunca visten pantalones, sino faldas por debajo de las rodillas, llevan el cabello debajo de un pañuelo y van con varios niños a su lado.

Después de circular por este barrio, bajamos del bus delante de la Estación Central.

El enorme edificio neobarroco, edificado entre 1.895 y 1.905, con varios pisos por los cuales pasan diversas vías, construido en mármol y metal, y coronado por una gran cúpula de 44 m de altura, que la convierten en uno de los edificios mas altos de la ciudad, es digno de visitar.
                                                               

Nuestra guía debía de tener prisa porque, después de una breve visita a la Estación, recorrimos, casi a uña de caballo, las calles que llegaban hasta la Plaza Mayor. Es verdad que estaba lloviendo, pero cuando pasamos por al lado de la casa del pintor Pedro-Pablo Rubens, apenas pudimos echarle una ojeada.
                                                                   

 En cambio paramos, aunque solo unos minutos, el tiempo de recorrer una pequeña fábrica artesanal de chocolate, cerca de la casa de Rubens, establecimiento que debe ser frecuente en este país, dedicado a la confección y venta de bombones y todo lo que se puede elaborar con chocolate.

Poco después llegamos a la Plaza Mayor de Amberes, el centro del casco histórico.
                                                                  

En ella sorprende todo; en primer lugar la forma triangular de la plaza, después, la belleza de los edificios que la forman, y por último la estatua de Brabo, el soldado romano que libero la ciudad del gigante que cobraba peaje en el río Escalda. y que no ocupa el centro de la irregular plaza, sino que está situada delante del Ayuntamiento.

La plaza está rodeada, además del Ayuntamiento y las casas gremiales, por la catedral de Nuestra Señora.
                                                                         
El Ayuntamiento fue construido entre 1.561-64 en estilo renacentista, con influencias  flamencas e italianas.


Las casas gremiales rodean la plaza, tal como sucede en la Gran Plaza de Bruselas. No son las originales, ya que casi todas ardieron en 1.576 y fueron reconstruidas luego. La mas grande es la del número 7, la Casa Española.

                                                               
La fuente central está coronada por la impresionante estatua de Silvius Brabo
                                                                       

En otra esquina de la plaza está la catedral, dedicada a la Virgen María.

Construida, en el emplazamiento de otra iglesia románica, en estilo gótico entre 1.352 y 1.521, la catedral de Nuestra Señora es la mas grande de Bélgica y una de las mas importantes iglesias góticas de Europa. La gran torre de la catedral, mide 123 m de altura, y debía tener otra torre gemela, que no fue levantada por falta de dinero.
                                                                            

                                                                          
 
El interior de la catedral es impresionante por su altura y amplitud.
                                                 


 En ella se encuentran varios cuadros de Rubens, el mas famoso de los cuales es el Descendimiento de Cruz.
                                                                                                                                  

La catedral acoge con frecuencia exposiciones, sobre todo de pintura, y, efectivamente pudimos ver una, que se desarrollaba en esos días, con cuadros flamencos, de distintas épocas, muy interesantes.

Cabe destacar, entre las exposiciones celebradas en la catedral, la V edición de las Edades del Hombre, que tuvo como tema las creaciones artísticas religiosas de la época en que España y Flandes eran un solo reino.

También paramos durante un rato en la capilla de la Virgen de Amberes, donde hay una venerada imagen de la Virgen, que data del s. XVI
                                                                        

Durante las guerras de religión que asolaron Europa, en s. XVI, los iconoclastas protestantes asaltaron la catedral y destruyeron  o vendieron muchas obras de arte.

Cuando salimos de la catedral el tiempo había mejorado; ya no llovía, así que nos llegamos hasta el río Escalda, que esta muy cerca de la catedral.

El río Escalda que nace en Francia, atraviesa Bélgica, hasta desembocar en el Mar del Norte, con un inmenso recorrido de mas de 350 km, ha sido fundamental para el desarrollo e historia de Amberes, constituyendo hoy día uno de los grandes atractivos de la zona del puerto.
                                                                            
Como teníamos un tiempo libre decidimos descansar un rato en una cafetería muy agradable, ubicada entre la catedral y las orillas del Escalda.


                                                                                   
Después de tomar un café nos llegamos hasta el río, que impresiona por su anchura y caudal.



Hubiera estado bien tener mas tiempo para recorrer un trecho de las orillas del gran río, e incluso dar un paseo en barco, pero teníamos que seguir viaje. Dejábamos  Bélgica para llegar a Holanda donde pasaríamos otros cuantos días.                                                                         

miércoles, 8 de enero de 2014

3er día: Brujas

                                                                           

Tras la visita a Gante nos trasladamos a Brujas, que dista de la primera algo mas de 58 km, menos de una hora de trayecto en el autobús. Había dejado de llover y por lo tanto la visita se presentaba mas agradable.

Se puede decir que Brujas es una ciudad encantadora, casi diríamos de cuento medieval. Surcada de canales, es, a veces, llamada por eso la Venecia del Norte, aunque este título lo pueden reivindicar otras ciudades, como la misma Gante o Amsterdam, en el vecino país de Holanda.

Pero antes de recorrer sus bonitos canales y preciosos rincones sepamos algo de ella.

Brujas, con cerca de 120.000 habitantes, tiene una larga historia, como toda la región que es, hoy día, Bélgica.

Los orígenes de Brujas parecen remontarse al s. VII, pero se cree que la fundaron los vikingos en el s. IX, quienes se asentaron en la desembocadura del río Reie.

El nombre de Brujas puede provenir del escandinavo antiguo Brygga, que significa puerto o lugar de amarre.

A finales del s. IX, se formo un burgo en el estuario del Zwin, donde residió el conde de Flandes Balduino I, Brazo de Hierro.

En el s. XII la costa flamenca sufrió una terrible tormenta, que provoco numerosos daños e incluso la modificación de la misma.

Sin embargo, donde antes había un  pequeño arroyo, las torrenciales avenidas excavaron un ancho y profundo canal desde la ciudad hasta el mar, al que llamaron Zwin, que junto a su situación geográfica, pues allí confluían la ruta de Flandes a Italia, con la del Báltico y el mar del Norte, hicieron de Brujas un centro comercial de primer orden.

Su comercio se oriento, en un principio, hacia Inglaterra, de donde venían las lanas inglesas y escocesas, que eran transformadas, mediante una próspera industria textil, en paños y tapices.

Perteneció a la Hansa Teutónica que transformo, a partir del s. XIII,  Brujas en un centro comercial internacional a cuyo puerto llegaban los mas diversos productos: ámbar, trigo, cerveza, pieles, madera, bacalao del norte de Europa, que eran cambiados por productos manufacturados locales, sobre todo textiles.

Al mismo tiempo que las actividades comerciales se desarrollaron las financieras, convirtiendo a Brujas en una capital bancaria internacional.

Toda esta actividad industrial dio origen a una poderosa clase obrera, que provoco conflictos y rebeliones reivindicando sus derechos, ante el conde de Flandes y el rey de Francia, del cual era vasallo, que fueron atendidos, después de algunos conflictos.

Con la incorporación del Condado de Flandes al Ducado de Borgoña, la prosperidad de Brujas llego a su apogeo.

En los s.s. XV y XVI, se desarrollo en Brujas una importante escuela de pintura, que influyo en toda Europa. Sus representantes mas conocidos son los hermanos Van Eyck, Hugo Van der Goes y Hans Memling entre otros.

La decadencia de Brujas se produjo cuando el Zwin empezó a cegarse por la acumulación de sedimentos y en pocos años dejo de ser navegable, primero para los buques de gran calado y mas tarde para todos. Amberes, que contaba con un excelente puerto, tomo el relevo.

Los intentos de reactivar la ciudad fueron inútiles y Brujas se convirtió en una de las ciudades mas pobres del país.

Sin embargo, en el s. XX la ciudad cobro de nuevo vida gracias al turismo internacional. Su gran patrimonio medieval se convirtió en su nueva fuente de riqueza.

 Desde entonces la ciudad ha trabajado mucho en reformas y mejoras, para mantener su reputación de reliquia medieval bien conservada.

El autobús nos dejo en una de las entradas a la ciudad, el parque Minnewater, traducido como Lago del Amor. Con sus numerosos puentes y canales, donde se reflejan los arboles y los edificios de la orilla, con los cisnes que se desplazan con su característica elegancia, es un lugar muy romántico.

Desde el parque se tiene la vista, como telón de fondo, de las torres de la ciudad.
                                                                             
                                 
Al lado del lago se encuentra el Beguinaje o Convento de las Beguinas, institución medieval que perduro hasta el s. XX, y que hoy es uno de los mas importantes monumentos de Brujas.

Cruzando un puente se entra en el Ten Wijngaarde (Beguinaje principesco), donde se encuentran las casas de las beguinas; construido originalmente en el s. XII, ha tenido que ser reconstruido y restaurado a través de los siglos; hoy día luce como recién hecho.

La interesante institución de las beguinas tiene su origen en la escasez de hombres con los que casarse, que se produjo durante la Edad Media europea, a causa de las guerras y muy especialmente con la marcha a Tierra Santa de muchos hombres, como cruzados.

Las mujeres, en su gran parte sin fortuna personal, que dependían del matrimonio para vivir, se encontraron viudas o solteras, en suma, desamparadas, y fueron los propios príncipes los que promovieron la institución.

Las beguinas eran mujeres laicas, es decir sin votos monásticos, que vivían juntas, pero, podíamos decir, no revueltas, puesto que cada una ocupaba una pequeña casa en un gran espacio reservado, donde la tranquilidad reinaba. En el año 1.998 los Beguinajes fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO

 Allí se ocupaban en obras de misericordia como atender a enfermos, leprosos o necesitados, dar instrucción a niñas pobres, además de llevar una intensa vida espiritual, y ocuparse también, en actividades culturales como la música, la pintura o la literatura, dando algunas ilustres escritoras, precursoras de la poesía mística del s. XVI, en los Paises Bajos, las primeras en utilizar el idioma vulgar, en lugar del latín.

Aunque sus años de expansión, desde Flandes donde había nacido la idea, hasta extenderse por Francia y Alemania, fueron los s.s. XII y XIII, la institución, a veces perseguida por la Iglesia, siempre atenta a los movimientos que no considera ortodoxos, sobrevivio hasta nuestros días, ya que la última beguina, Marcella Pattyn ha muerto, a los 92 años, en abril de 2.013,  hace menos de un año, poniendo fin a muchos siglos de historia.

El  Beguinaje se encuentra al lado del Minnewaterpark. Se compone de un conjunto de pequeñas casas austeras, blanqueadas a la cal, con pequeñas calles, y un gran espacio central, con arbolado; también hay una pequeña capilla; es un lugar encantador. Ahora residen en él monjas benedictinas.
                                                                         

Estábamos cerca de la Walplein (Plaza de Valonia), donde hay muchos bares y restaurantes, punto de paso para los principales monumentos del centro de la ciudad, y como había llegado la hora de comer entramos en la cervecería De Halve Maan, Media Luna en español, la mas antigua y la única con producción propia, en Brujas.

Hay que saber que en Bélgica hay cientos de tipos de cervezas, muchas de las cuales cuentan con su propia botella, diseñada en exclusiva para la marca.

De Halve Maan se remonta al s. XVI, la única que ha sobrevivido de las mas de treinta fabricas de cerveza que hubo en Brujas. Desde 1.856 hasta ahora, ha sido propiedad de la familia Maes; se puede visitar la fabrica, pero nosotros solo comimos en la gran sala del restaurante, pues aunque era el mes de junio y había mucha gente en las terrazas, incluida la de esta cervecería, el tiempo era mas que fresco.
                                                     

Desde allí pasamos discurriendo por calles, arcos y canales

                                                                             
 hasta llegar a una de los mas importantes templos de Brujas: la iglesia de Nuestra Señora.

En este mes de junio el recinto estaba en restauración, sobre todo el pavimento, por lo que tuvimos que entrar con cuidado.

La iglesia fue edificada, como muchos otras, primeramente en estilo románico, mas tarde sustituida por el gran templo, de estilo gótico, que vemos ahora, entre los s.s. XIII, XIV y XV.

La gran torre de ladrillo de 122 m de altura se construyo entre los s.s.XIII y XIV, mientras que la flecha, de 54 m, que la remata, es del s. XV.
                                                                         
                                                                            
Junto a su arquitectura y esta sorprendente altura, su mayor interés se encuentra en el interior, que alberga grandes obras de arte y una que se puede decir exclusiva, la Madonna con el niño Jesús, obra de Miguel Ángel, creada por el artista en 1.504 y adquirida en Italia por dos comerciantes de Brujas, los hermanos Jan y Alexander Mouscron, que la donaron a la iglesia de Nuestra Señora, en 1.514.

La bellisma escultura realizada en mármol blanco, ha tenido una trayectoria difícil, después de haber sido robada por el ejercito invasor de la Revolución Francesa en 1.794,y mas recientemente por los nazis alemanes en 1.944, en el plan de saqueo de obras de arte, a gran escala, organizado por el régimen de Hitler.

 Recientemente una película, bastante mala desde mi punto de vista, Monuments Men, ha relatado el robo y recuperación de esta extraordinaria estatua, una de las pocas obras de Miguel Ángel fuera de Italia.
                                                                 

La iglesia tiene dos entradas, la de la fachada principal y otra lateral que fue por la que entramos, de tal manera que no vimos la nave principal, sino la capilla Lanchais,  detrás de ella, donde están los mausoleos de Carlos el Temerario, duque de Borgoña, y de su hija María, última duquesa de Borgoña, que al casar con el futuro emperador de Austria Maximiliano de Habsburgo, entrego sus posesiones a la nueva dinastía.
                                                                           

María de Borgoña, fue un personaje de leyenda; duquesa de Borgoña y condesa de Brabante antes de los veinte años, murió cinco años después, de un accidente, mientras practicaba su deporte favorito, la caza con halcones. Su caballo tropezó, la hizo caer, y él mismo cayó encima de ella, produciéndole heridas de las que falleció días después.

Las tumbas están en esa preciosa capilla, presidida en el retablo central por un magnifico cuadro de la Cucifixión, y son impresionantes. La de María es la mas antigua y refinada, de estilo gótico realizada por el orfebre de Bruselas Pieter de Beckere, pertenece a la época de esplendor de Brujas, como dato curioso dentro se halla el corazón de su hijo, Felipe, el Hermoso, esposo de Juana I de Castilla, junto a la cual está enterrado en la capilla de los Reyes, de la Catedral de Granada.

La tumba de su padre, Carlos el Temerario, se hizo sesenta años después, y aunque el artista de Amberes, Jacob Jonghelink, se inspiro en la de María, la decoración es renacentista y la factura menos fina.
                                                                               

Salimos de la iglesia, y rodeándola por la derecha, atravesando un pequeño arco llegamos a un canal, donde a su lado derecho hay un busto del humanista y filosofo español, Luis Vives que vivió gran parte de su vida en Brujas y allí murió. Estuvo enterrado en la iglesia de San Donato, antigua catedral de Brujas, fundada en el s.X por Arnulfo I, conde de Flandes y destruida en 1.799 por el ejercito de la Revolución Francesa, que invadió estos territorios


 En el lugar que ocupaba San Donato, se encuentra hoy un hotel. Los cimientos de la catedral se descubrieron en 1.956 y son visibles en la bodega del hotel.

Atravesamos varios canales mas, con la espectacular vista del ábside y de la torre de la la iglesia de Nuestra Señora


 y algunas otras torres, con la torre Campanario o Belfort asomando por encima de las casas.
                                                                        

El Muelle del Rosario, (a la izquierda) ofrece uno de los mas bellos rincones de los canales.

Tengo que decir que muchos de los monumentos que habíamos visto en Gante, tienen su homologo en Brujas, ciudades que crecieron y prosperaron en la misma época medieval, aunque en cada ciudad, con su correpondiente encanto y caracteristicas.

Así continuamos hasta llegar al centro histórico de Brujas, que se articula alrededor de la Plaza Mayor o Grotte Mark, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2.000.

Llegamos a la Gran Plaza atravesando la contigua plaza Markt, donde los miércoles se desarrolla un mercado en el que se pueden encontrar productos de alimentación locales y artesanales, como quesos, fruta, chocolate y también flores.
                                                                


Aunque esta reconstruido en gran parte, el centro urbano es muy interesante pues conserva intactas las estructuras medievales.

En esta plaza se encuentran los edificios históricos mas importantes de la ciudad, rodeados de canales, como son el Mercado Cubierto, el Belfort o Campanario y el Ayuntamiento, 
                                                                                 
   
pero a pesar de estos  emblemáticos monumentos seguimos, echando solo una ojeada al pasar, hasta la catedral de Brujas, dedicada al Salvador. a unos 400 m de la Gran Plaza.
                                                                              
La actual catedral del Salvador se construyo en el s. IX como pequeña capilla de estilo románico, cuando la iglesia mas importante de la ciudad era la catedral de San Donato, situada enfrente del Ayuntamiento, en la Gran Plaza.

Pero, durante la invasión del territorio por parte del ejercito de la Revolución Francesa, a finales del siglo XVIII, la catedral fue destruida, y el obispo destituido.

Cuando se produjo la creación de Bélgica, en 1834, fue nombrado un nuevo obispo y la pequeña iglesia de San Salvador recibió el titulo de catedral, que sigue ostentando.

A lo largo de su dilatada historia el templo ha tenido la influencia de diversos estilos, el románico original, gótico y neogótico, como es el de la torre, añadida para darle mas empaque, en el s. XIX, además de haber sido destruida por varios incendios. 

En su interior se encuentran objetos de arte, rescatados del pillaje del ejercito invasor, de la antigua catedral de San Donato, que sin duda hubieran sido muy interesantes de ver, pero cuando llegamos al lugar, la catedral estaba cerrada, y solo pudimos ver el exterior.
                                                                                                                              



Estábamos, se podría decir, agotados de tanta belleza, de ese paseo en las dos ciudades de cuento de hadas de Bélgica, así que entramos en un café del entorno de la catedral y tomamos un chocolate con un bollo, antes de emprender la vuelta a Bruselas.   

domingo, 8 de diciembre de 2013

3er día: Gante




El día se presento lluvioso y fresco, como suele ser por estas latitudes, aunque hubiera comenzado ya el verano.

Pero eso no fue obstáculo para nuestra excursión que comprendía Gante y Brujas, esplendidas ciudades que íbamos a visitar.

Provistos de paraguas, sombrero y chubasquero recorrimos Gante, hasta que, hacia el mediodía, se canso de llover.

Gante es la cuarta ciudad de Bélgica en cuanto a población, ya que tiene cerca de 200.000 habitantes y cuenta con el mayor numero de edificios históricos del país.

El nombre de Gante deriva de la palabra celta "ganda", que hace referencia a la convergencia, en este caso de los dos ríos sobre los que asienta la ciudad: el Lys y el Escalda.

Tiene una privilegiada situación, ya que se encuentra entre Brujas y Bruselas, a media hora de tren de cada una de ellas.

El lugar donde se encuentra Gante tuvo asentamientos humanos desde la Prehistoria, como han demostrado las investigaciones arqueológicas.

Alrededor del año 630, San Amando elige la confluencia de los ríos Escalda y Lys para construir una abadía, alrededor de la cual creció un poblado, que se aglutino rodeando la abadía de San Pedro, llamada mas tarde de San Bavón y la otra abadía de la zona, de Blandijberg, teniendo una población suficientemente importante para crear un primer puerto comercial.

Sin embargo se considera como la fundación de Gante el s. IX, cuando el conde de Flandes Balduino I, Brazo de Hierro, levanto un castillo para proteger las dos abadías mas importantes de la región, San Bavón y Blandijberg, de las incursiones vikingas, que asolaban el territorio, fortaleza ubicada donde se encuentra el impresionante Castillo de los Condes.

Durante los s.s. XI y XII Gante se convirtió en un importante centro comercial, principalmente de la lana, que importaba de Inglaterra, para su floreciente industria textil.

El señor de la ciudad era el conde de Flandes, vasallo del rey de Francia, pero quienes llevaban toda la actividad comercial eran los burgueses de la misma, que pronto acumularon gran riqueza, y constituyeron los importantes gremios, lo que dio lugar a constantes enfrentamientos con la aristocracia, a lo largo de siglos.

El puerto con sus dos muelles, el Muelle del Grano y el Muelle de las Hierbas, tenía un trasiego constante, ya que no solo se exportaban lana y tejidos sino también madera, trigo y vino.

En el s. XV Gante paso, tras el matrimonio de María, última heredera del Duque de Borgoña, soberano de los Países Bajos, con el futuro emperador Maximiliano de Habsburgo, a poder de esta dinastía.

 Su hijo Felipe caso con Juana I, hija de los Reyes Católicos, y heredera de los reinos de España, después de la muerte de su hermano Juan.

 El hijo de ambos, Carlos I, heredo tanto las posesiones de los Habsburgo, como los reinos de España peninsular, así como sus inmensos y crecientes territorios de ultramar.
                                                                 

Carlos I de España y V de Alemania, por su título de Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, nació, precisamente, en Gante, en el año 1.500.

El s. XVI estuvo marcado por las guerras de religión entre católicos y protestantes, que empobrecieron y asolaron el continente, y por supuesto a Gante.

Después de siglos de revueltas y esplendores, en el s. XIX Gante estaba fuertemente industrializado, por lo que se formo una nutrida clase obrera, siendo uno de los lugares de origen del  partido socialista, y del movimiento sindical.

Bien, pues empecemos a recorrer unos cuantos puntos interesantes de esta bella ciudad.

 Llegamos a la ciudad bajo una pertinaz lluvia, bajándonos, en pleno centro histórico, al lado de la iglesia de Santiago, la mas antigua de Flandes, templo de puntiagudos tejados que asoman por encima de las demás techumbres, vinculada al camino de Santiago de Compostela,  camino por el que pasaban los peregrinos que venían del norte llamado "ruta escaldea", por el río Escalda.

A lo largo de los siglos la iglesia de Santiago ha sufrido numerosas transformaciones. Tiene una imponente fachada occidental románica, a la que posteriormente se añadió un  cuerpo gótico, y la linterna vertical, en el s. XV.
                                                                               

Caminamos por las calles de Gante, atravesando el barrio de Patershol, que conserva su aire medieval, ya que fue residencia de tejedores desde la Edad Media, con estrechas calles, y curiosas y bien conservadas casas, con sus tejados picudos, y fachadas adornadas.
                                                                           
                                                                   
sus pintorescos canales, que le han dado el sobrenombre de la "Venecia del Norte", aunque hay que decir que varias ciudades con canales, aspiran a tal nombre
                                                                            

hasta llegar al Castillo de los Condes (Gravensteen), sobrecogedor recinto pétreo, en pleno centro de la ciudad, construido en medio del río Lys.

                                                                                   
   
Aunque la primera fundación data del s. IX, edificado como protección frente a las incursiones de los vikingos que asolaron el territorio durante siglos, el castillo que vemos hoy día, que ocupa el lugar de esta primera construcción, fue edificado por Felipe de Alsacia, conde de Flandes, en el s. XII.
                                                                                 

No fue en este castillo donde nació Carlos I, aunque gentes no bien informadas así lo dicen, sino en el castillo construido en el s. XIV, por otro conde de Flandes, Luis II, que quiso hacer su residencia mas lujosa y confortable que esta austera fortaleza, llamada Corte de los Príncipes (Prinsenhof), de la cual solo queda el nombre.

A lo largo de los siglos el Castillo de los Condes fue utilizado por el Consejo Municipal como cárcel de Gante, y otras ocupaciones: deposito de grano, etc. hasta que, en el s. XIX fue vendido y su propietario instalo en él un complejo industrial, como una hilandería y viviendas para los obreros.

A finales del s. XIX el Castillo estaba en un penoso estado, por lo que la ciudad de Gante lo adquirió y lo restauro, con lo cual volvió a recobrar su importancia, ahora turística, siendo uno de los monumentos de Gante mas visitado.


Casi delante del castillo se encuentra la plaza Sint Veerle (Santa Faraildis en español), presidida por la columna de justicia, del s. XV, donde tenían lugar las ejecuciones públicas; en ella encontramos la fachada barroca del mercado del Pescado, además de los consabidos edificios de tejados puntiagudos, y que a pesar de su siniestro uso medieval, es una preciosidad de plaza.

 Seguimos caminando hasta llegar a la antigua Lonja de la Carne, edificio construido a principios del s. XV, que fue utilizado hasta el XIX, como único establecimiento donde se vendía carne en Gante.

Hoy día convenientemente restaurado y adaptado, por fuera y por dentro, con un magnifico armazón de madera, sirve como exposición y venta de productos típicos de la región, principalmente del apreciado jamón de Gante, del que cuelgan numerosos ejemplares del techo de madera y también como restaurante.
                                                         
                                                                       

Seguimos discurriendo por calles y canales de esa ciudad de cuento de hadas,
                                                                                     

hasta llegar al Muelle de la Hierbas (Graslei), en una de las orillas y de los Granos (Korenlei), enfrente, uno de los lugares mágicos de Gante, muy visitado tanto por los habitantes de la ciudad, como por los turistas.
                                                                 

 Se trata de un pequeño puerto fluvial, rodeado de edificios, la mayoría construidos en el s. XVII, en estilos diversos, decorados con balcones y terrazas, que dan sobre el canal, con arquitectura impactante, bella y encantadora.

Allí estaban el Almacén de Trigo y la Casa Gremial de los medidores del grano, fundamentales para la economía de la ciudad y de la región.


También se encuentran en los Muelles, las antiguas Casa Gremial de los Marineros, la Casa de los recaudadores de Impuestos y la Aduana.


Desde el Puente de San Miguel se tiene una magnifica vista sobre los Muelles, así como también de las tres torres mas características de Gante, las de la iglesia de San Nicolás, la de San Bavón y la torre del Belfort.
                       

E Puente de San Miguel debe su nombre a la iglesia que está a su lado derecho. Esta iglesia,de grandes dimensiones, fue levantada en el s. XV, para sustituir a una iglesia románica del s. XIII que sufrió numerosos incendios, en estilo gótico, al que luego se añadieron elementos barrocos, Estaba planeada una torre de 134 m, que nunca se pudo acabar por motivos económicos, después de hacer los 24 primeros m., y mas adelante en el s. XIX, hubo que acabarla en plano pues amenazaba con hundir la iglesia.
                                                                                   

Atravesamos el Puente de San Miguel, divisando ya las tres grandes torres, de la catedral de San Bavón, la de la iglesia de San Nicolás y el Belfort.

                                                                       
La catedral está dedicada a San Bavón, santo que vivió entre los s.s. VI y VIII, patrón de la ciudad de Gante.

En 1.540 la Abadía de San Bavón fue demolida, en respuesta a una sublevación del año anterior contra Carlos I; los monjes se refugiaron en una iglesia de la ciudad, San Juan, que ampliaron y que paso a llamarse de San Bavón. Como detalle curioso e histórico diremos que en la antigua abadía había sido bautizado Carlos I.


De la antigua capilla de San Juan Bautista, origen del actual templo, construcción primordialmente de madera, fundada en 942, por el obispo de Tournai y Noyon, Transmaro, se han encontrado restos en en la cripta de la catedral, así como también de la posterior ampliación de la capilla en 1.038, en estilo románico.

Entre los s.s. XIV a XVI, se ejecutaron obras de ampliación en estilo gótico, que es el exterior que vemos hoy día, considerándose acabada la iglesia en 1.569.

La catedral es conocida mundialmente por albergar uno de los cuadros mas importantes de la pintura flamenca, el retablo  "La adoración del Cordero Místico" o "Políptico de Gante",
                                                                             

obra maestra de los hermanos Hubert y Jan van Eyck, y que por desgracia no pudimos admirar, aunque si la habíamos visto en nuestra anterior visita a Gante, pues en ese momento no estaba en la catedral, no recuerdo porque causa.

Pasamos de entrar en este templo, pues el tiempo era escaso, y sí entramos en la próxima iglesia de San Nicolás, donde asistimos a la Eucaristía, algo complicada de seguir por celebrarse en flamenco (menos mal que es un ritual conocido!)
                                                                   

Esta impresionante iglesia es uno de los monumentos mas antiguos y destacados de Gante; construida en el s. XIII, siglo de gran apogeo económico de la ciudad, en estilo gótico del Escalda, llamado así por la utilización de la piedra azul grisácea, de la ciudad de Tournai, cuyas canteras se encuentran a orillas del río Escalda, fue la iglesia del gremio de comerciantes de Gante, que dedicaron el templo a su patrón, San Nicolás.

Se construyo en el lugar de otra iglesia, desaparecida tras un incendio, y se concluyo en 1.250.

En el s. XIV tuvo que ser ampliada, debido en parte a las grandes dimensiones de su torre, y del contraste que el edificio ofrecía con ella; la torre sirvió como campanario y como puesto de observación yvigilancia, siendo trasladadas las campanas al vecino Campanario de Gante o Belfort, tras la construcción del mismo.
                                                                 
Estas dos torres, junto con la de la Catedral de San Bavón, definen el horizonte medieval de la ciudad.

La iglesia fue severamente dañada durante la Reforma Protestante; en 1.566 un grupo de estos conversos destruyo la ornamentación gótica de la misma. Grandes daños sufrió, también, durante la Revolución Francesa, cuando el país fue atacado por el ejercito francés y la iglesia fue degradada y utilizada como establo de caballos.

                                                                     
En el s. XX se emprendió la restauración del templo, que todavía dura; hubo dudas sobre su recuperación debido a su mal estado, pero ya tiene, de nuevo, gran parte de su antiguo esplendor.

El interior esta formado por tres naves con columnas redondas coronadas por capiteles florales, en ellas se apoyan algunas estatuas de santos de gran realismo.
                                                                                                                                                   

El retablo mayor es barroco, en mármol blanco y negro, en un estilo que se empleo en otras iglesias de Bélgica.

Enfrente de la iglesia de San Nicolás, al otro lado de la calle, llama la atención la Casa Gremial de los albañiles, del s. XIV, que había desaparecido bajo fachadas posteriores sin ningún interés, y había sido olvidada, hasta que durante unos trabajos de transformación, en 1.976, salio a la luz y fue restaurada en su primitivo aspecto.
                                                                                 

Es a destacar, en la fachada escalonada, la decoración superior, coronada por las veletas en forma de seis bufones, que bailan al viento.
                                                                       
                                                                                     
El siguiente monumento, en la misma explanada, es el Belfort o Campanario Municipal                
                                                                                 

Los 91 m del Campanario Municipal o Belfort de Gante, lo hacen, probablemente, el mas alto del mundo, y a lo largo de su dilatada historia ha servido no solo de campanario, sino de torre de vigilancia y de deposito de la tesorería de la ciudad.

Su construcción comenzó en 1.313. Tras variadas interrupciones debidas a guerras, plagas y disturbios políticos, consiguió acabarse en 1.380.

Después de tener como remate un dragón dorado traído de Brujas (1.377), una flecha neogótica de fundición (1.851), en 1.911 se coloco la superestructura actual, realizada según los planes originales del s. XIV, que se conservan en el interior de la torre.

La principal campana, de nombre Roland, que anunciaba no solo las horas, sino la llegada del enemigo o la victoria en una batalla, llego a ser un símbolo de la ciudad, como representante de la libertad, frente a toda tiranía.

En 1.540 Carlos I de España y V de Alemania soberano de los Países Bajos, que se habían sublevado contra él el año anterior, ordeno la destrucción de Roland.

A la campana Roland sucedió otra llamada Triomphante, que está actualmente en la base del campanario, en la plaza Braun.

Al lado del Campanario fue construido un salón rectangular destinado al mercado de tejidos, origen de la riqueza de la ciudad en la Edad Media.

                                                                           
Construido entre 1.425 y 1.445, la Lonja del Paño quedo solo con siete de las once previstas crujías.
En 1.903 se añadieron las cuatro crujías que faltaban, según el plano original.
                                                                         

En su interior se medían e inspeccionaban las piezas de lana, y se negociaban las transacciones comerciales.

Cuando la industria textil perdió importancia, la Lonja fue utilizada para diversos usos como. cuartel, escuela de esgrima, y también como cárcel. Hoy día alberga la Oficina de Turismo.

Cerca de ella se edifico, entonces, un pequeño anexo que servía como puerta de entrada y cuarto de guardia de la cárcel, en la antigua Lonja, entre 1.742 y 1.902, que es el Mammerlockker, nombre que se refiere a la estatua de la Caridad, situada encima de la puerta delantera.

Esta representación de la Caridad alude a la leyenda romana de un prisionero, Cimón, condenado a muerte por inanición, que sobrevive gracias a que su hija Pero, de profesión nodriza, lo amamanta en secreto durante sus visitas, y así gana su vida y su libertad.
                                                                               
 
                                                                             

Después continuamos a la izquierda, teniendo otra vista del Belfort

                                                                     
donde se encuentra el Ayuntamiento de Gante, otro importante monumento de la ciudad.

El Ayuntamiento es un edificio enorme, resultado de la unión de dos partes distintas, construidas con apenas un siglo de diferencia.

La parte mas antigua, empezada a construir en 1.518, tardo tiempo en acabarse, ya que el s. XVI, fue una época convulsa debido a los conflictos y guerras provocadas por la Reforma Protestante, que asolaron Europa y en este caso los Países Bajos.

                                                                         


Esta fachada norte del Ayuntamiento, de estilo gótico flamígero es bellísima, con gran cantidad de esculturas ornamentales, estatuas colocadas en hornacinas y galerías, entre las que se encuentra en lugar central y destacado la de Carlos I de España y V de Alemania, soberano de los Países Bajos, que sostiene la bola del mundo entre sus manos.


La otra fachada, en ángulo recto, que da a otra calle, realizada en 1.569, en estilo renacentista es
mucho mas sobria,
                                                                               

El último edificio interesante por el que pasamos, cuando ya era hora de volver al autobús, fue el Teatro Real Neerlandés, situado en la restaurada plaza de San Bavón.
                                                         

Edificio de finales del s. XIX, tiene una bonita fachada donde están representados Apolo, las Musas y la diosa Armonía, que vigila el conjunto desde lo alto.

Continuamos la excursión con la visita a la cercana ciudad de Brujas, que merece capítulo aparte.