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jueves, 1 de diciembre de 2016

Por la provincia de Toledo: Ocaña, La Guardia, Tembleque

                                             

Hoy dedicamos el día a visitar algunos pueblos de la provincia de Toledo, de mucho interés.

Nuestro primo A. nos recogió a la salida de una estación de metro cercana a su casa, y en su cómodo Jaguar enfilamos hacia Ocaña, por al autovia del Sur o de  Andalucia, por la que se tarda 50 minutos en recorrer los 65 km que la separan de Madrid

Empezamos nuestro recorrido por Ocaña.

Ocaña, municipio de cerca de 11.000 habitantes está situado en la comarca de la Mesa de Ocaña; en el N de la comarca nacen los arroyos de la Vega y del Hollo del Moro, mientras que por el oeste se encuentra el Barranco de Ocañuela, afluente del arroyo Corralejo.

Existen diversas teorías sobre el topónimo, que podría venir de los olcades, tribu celtiberica que poblaba la zona, hasta un posible origen ligur, pueblo que ocupaba el sur de Francia y norte de Italia, como cita el filólogo e historiador Menendez Pidal

Ocaña es hoy día un bello conjunto monumental cuyos orígenes se hallan en el Paleoliolítico Medio-Superior, según los yacimientos arquelógicos hallados en la zona.

Tras los romanos, visigodos y musulmanes que ocuparon la zona, su historia comienza cuando el rey musulmán de la taifa de Sevilla entrega la zona a Alfonso VI de León , como pago de su alianza militar y protección hacia su familia y descendientes, en el año 1.091.

En el siglo XII paso a poder de la Orden Militar de Santiago, para después, en 1.156, conseguir sus propios fueros y jurisdicción, concedidos por Alfonso VII.

Entre 1.468 y 1.469 Ocaña fue escenario de las luchas por la sucesión de Enrique IV, ya que a Ocaña fue enviada la entonces princesa Isabel de Castilla, mas tarde Isabel la Católica, que  fue  retenida por su principal enemigo en la contienda, el maestre de la Orden de Santiago Pedro Pacheco, del cual pudo huir con la ayuda de sus protector Gonzalo Chacón.

Ocaña continuo siendo sede de reyes, pues allí residieron doña Juana de Castilla y su esposo Felipe el Hermoso, así como su nieto Felipe II.

Al comienzo de la invasión francesa del ejercito de Napoleón, que fue ocupando el territorio español cuando decían querer atravesarlo para invadir Portugal, se produjo la batalla de Ocaña en noviembre de 1.808, con derrota del ejercito español. España no consiguió liberarse del invasor hasta 1.814, pero las terribles consecuencias de la guerra, un grave descenso demográfico, radicalización social, destrucción de infraestructuras en industria y agricultura, y  perdida de una parte importante del patrimonio cultural, marcaron todo el s. XIX y parte del XX.

Históricamente Ocaña ha sido una población agrícola, aunque hoy día predomina economicamente el sector servicios.

Después de este breve repaso a la historia de Ocaña, empezaremos a recorrerla, como hicimos nosotros, por uno de sus mas importantes monumentos, la Plaza Mayor.

La Plaza Mayor impresiona por sus dimensiones y su arquitectura y porqué no decirlo, aun me impresiono mas pues yo no sabia que existiera tal monumento en Ocaña, y ninguno de los que allí abundan, en suma tenia un desconocimiento enorme de esta ciudad.

Esta amplia y magnifica plaza, considerada por sus dimensiones y su arquitectura la tercera Plaza Mayor de España en importancia, fue mandada a construir por Carlos III en 1.777.

Ocupa el lugar donde hubo otra plaza, no tan regular, donde se desarrollaban corridas de toros, a las que se hace alusión en la obra dramática de Lope de Vega "Peribañez y el Comendador de Ocaña"; además fue marco de muchos acontecimientos históricos como las Justas y Torneos que allí se celebraban, y la promulgación de las Ordenanzas de Alfonso XI, en 1.332, entre otros.

El proyecto de una nueva plaza comenzó en el s. XVI pero no se hizo realidad hasta el s. XVIII, durante el reinado de Carlos III, quedando sin concluir la fachada este, que no se completo hasta 1.961.
                                                                 

Su planta es casi un cuadrada; compuesta por 70 pilares de sillería almohadillada, procedentes de las canteras de Colmenar de Oreja, sobre los que descansan arcos de medio punto de ladrillo, que sustentan galerías de dos alturas, con balcones y bujardillas superiores.
                                                       

El suelo de la plaza esta pavimentado por cantos rodados que forman grandes casetones.

La grandeza de la plaza impone y hace evocar aquella frase "Donde está la ciudad de esta plaza"

Seguimos paseando, atravesando uno de los arcos de la Plaza Mayor,
                                                       

hasta llegar al Convento de San José de monjas carmelitas descalzas, declarado Monumento Histórico Nacional en 1.977.

El convento fundado por doña María de Bazán, esposa de Alonso de Ercilla, autor del poema épico La Araucana, en 1.595, e inaugurado en 1.626.

Después de la batalla de Ocaña de 1.809, durante la Guerra de la Independencia, las monjas se trasladaron a Córdoba y el convento fue destinado a cuartel de la francesada.

La iglesia de estilo renacentista. muestra una factura sobria y atractiva,
                                                                 

A un lado de la fachada hay un recordatorio de Alonso de Ercilla, uno de sus mas distinguidos vecinos.
                                                             

Continuamos calle adelante, pasando al lado de las tapias de una de las cárceles modernas mas antiguas del país, el penal de Ocaña, hasta llegar a la iglesia de San Alberto
                                                                   

Antiguo convento de carmelitas descalzos, conocido por "El Carmen", fundado, también. por doña María de Bazán.

Las obran comenzaron en 1.599 y concluyeron en 1.613. El convento fue desamortizado en el s. XIX y actualmente sirve como Centro Cultural.

Por último fuimos a contemplar la Fuente Grande, uno de los mas singulares y atractivos de Ocaña.
                                                           

La Fuente Grande o Fuente Nueva como se la conoció en otros tiempos, es una gran obra de ingeniería hidráulica, construida entre los años 1.573 y 1,578, durante el reinado de Felipe II.

Su diseño atribuido a Juan de Herrera recuerda alguna de sus obras como la fuente de la Plazuela de los Caños del Peral, en Madrid, y la estética arquitectónica de sus grandes obras reales como San Lorenzo del Escorial y el Palacio de Aranjuez.

A partir del s. XVI las fuentes publicas sustituyeron a los aljibes medievales. Allí se reunía la población para recoger agua, lavar, charlar e intercambiar noticias de la vecindad.

La vista de la fuente impresiona por el lugar donde se encuentra, ya que ocupa todo el valle de los Huertos. Para hacer sitio al conjunto de la plaza, lavaderos, pilas y galerías para captar la corriente subterranea, se excavo y nivelo el terreno de la vaguada.

Los muros que delimitan la fuente tienen diferentes alturas para adaptarse al relieve del espacio que ocupan, y para la contención de las crecidas del arroyo de Ontígola, de donde procedía el caudal subterráneo.

La fuente de planta cuadrangular está dividida en dos partes, separadas claramente, de las cuales la mayor es una amplia plaza situada frente a los caños de la fuente, toda ella empedrada, para evitar el barro que podía formarse.

El segundo espacio, limitado por dos grandes pilones, era el destinado a lavadero, donde acudían la mujeres con su propia tabla de lavar.

Hay otro espacio, con un pilón, en el extremo mas alejado, aguas abajo, destinado al lavado de los enfermos y difuntos.

Utilidades diversas. como podemos deducir, que tenía este sorprendente lugar.

Dejamos, luego Ocaña para trasladarnos a otro interesante y cercano lugar, de la misma comarca de la Mesa de Ocaña, La Guardia, hoy día con una población de cerca de 2.250 vecinos.
                                                                     

El topónimo de La Guardia deriva del gótico wardja, que significa "vigía, centinela", y procede de la Reconquista cristiana, cuando el lugar llego a ser refugio de los cristianos, contra las algaradas sarracenas.

El pueblo situado en lo alto de un cerro, en el camino a Andalucía, ha tenido, a lo largo de la historia, gran valor estratégico.
                                                                              

Lo recorren varios arroyos, secos la mayor parte del año, como Arroyo Cedrón, corto río, afluente del Tajo, Valdeláguila y Fuente del Madero.

Restos arqueológicos indican el poblamiento de la zona en época prehistórica, ocupada por distintas tribus hasta la conquista romana.

Tras la invasión musulmana y la reconquista por Alfonso VI, el rey la cedió a la Orden de Malta.

 La villa perteneció, mas tarde, a la iglesia y años después fue donada por Felipe II a los señores de Guardiolas y Bazanes, hasta la abolición de régimen señorial en 1.812. 

Dedicamos un rato a pasear por el pueblo y entrar en la iglesia de la Asunción, que se encontraba abierta por celebrarse un funeral, circunstancia que aprovechamos. 

La iglesia de la Asunción, es lo que queda del primitivo convento de Santo Domingo, convertida en parroquia, después de la Desamortización y desaparición de la iglesia de Santa María que era la parroquia y estaba en el Castillo, también desaparecido.
                                                                        

Construida según los patrones de la orden Dominica, en estilo clasicista, tuvo por arquitecto a Andrés Vandelvira (1.505-1.575) famoso arquitecto español del renacimiento; tiene planta de cruz latina, en la que destaca su cabecera, donde se encuentra inscrito el año de su construcción 1.556.

Vimos, cerca de la iglesia un bello edificio de esta localidad, la Casa de los Jaenes, mandada a construir entre 1.736-1.754, por Sebastián de Huerta, secretario general de la Inquisición, natural de La Guardia.
                                                                                              

Lo mas notable de la casa es el escudo heráldico conservado en la fachada, que manifiestasu nombramiento como Caballero de la Espuela Dorada, por Carlos I.
                                                                         

Todavía nos quedaba otro monumento de La Guardia por ver.

A 3 km de la villa se encuentra la Ermita del Santo Niño, dedicada al Santo Niño de La Guardia, que según una leyenda medieval fue asesinado ritualmente al final de la década de 1.480 en esta localidad, siendo acusados del mismo varios judíos y otros judeoconversos.
                                                                                 

Desde la ermita se contempla un hermoso paisaje, pues esta situada en el altozano.

Durante el s. XVI se desarrollo una leyenda hagiográfica, composición biográfica sobre los santos, acerca del Santo Niño, cuyo culto continua celebrándose en La Guardia.


                                                                                       

Seguimos luego hasta llegar a nuestro último destino en esta excursión, Tembleque, en la provincia de Toledo, con otra plaza mayor, digna de verse.
                                                                              

Lugar con mucha historia, en principio ligada a la capital Toledo. Habitada por la tribu de los carpetanos, fue conquistada por los romanos en 193 a.C.

A los romanos le sucedieron los visigodos, y a partir de 711 los musulmanes, que permanecieron en la zona hasta la reconquista de Toledo por Alfonso VI en 1.085, después de la cual Tembleque quedo dependiente de la localidad de Consuegra.

En 1.183 en que Consuegra, y todo lo que dependía de ella, fue donada por el rey Alfonso VIII, a la Orden de Malta.

En 1.509, la reina Juan I de Castilla le otorga el título de villa, y a causa de su situación en el centro de la Península Ibérica, cobra importancia la trashumancia y la venta de lana, que dan un periodo floreciente a Tembleque.

En el s. XVIII comienza cierta decadencia, agravada por los transtornos en el s.XIX, con la invasión de  los ejércitos de Napoleón Bonaparte, que saquearon toda España, y la inestabilidad política que siguió a la Guerra de la Independencia, durante todo el s., y el siguiente.

Hoy día Tembleque, ya recuperado con cerca de 2.000 habitantes, se dedica al tradicional sector agrario y a los servicios.

Tembleque tiene muchas cosas que visitar, varias casa palacio, iglesias y ermitas, pero nosotros nos dirigimos al mas importante de ellos, la Plaza Mayor, una de las plazas porticadas mas bellas de España, y por que no decirlo, también mas desconocidas,  tipícamente manchega y muestra del barroco popular del s. XVIII.
                                                                        

A lo largo de las tres fachadas de la plaza mayor se suceden dos plantas con corredores que recuerdan su uso como plaza de toros. En ella también se halla el Ayuntamiento de la villa, que data de 1.654.
                                                                           
                                                                                
Con esta última visita a Tembleque acabamos nuestro recorrido turístico.

Solo me queda decir ¡qué variada y que bella es nuestra España!

martes, 22 de noviembre de 2016

Toledo. Exposición de El Greco "Arte y oficio", el Alcazar, la Catedral


Hace un par de años hicimos una visita a Toledo para ver la segunda exposición dedicada al Greco, que commemoraba su IV centenario

Conozco Toledo, podría decir, desde siempre. Lo visite de niña con mis padres, volví cuando estudiaba en la Universidad de Madrid y varias veces mas, pero esta vez tenia el aliciente de la exposición y del traslado desde Madrid en el tren AVE, que tarda solamente 30 minutos.

Nos acompaño, como en otras excursiones por las cercanías de Madrid nuestro primo A. que ya había visitado la exposición, pero que no tenia ningún inconveniente en verla otra vez. Así que con sus indicaciones tomamos un taxi en la estación del tren, ya en Toledo y llegamos sin demora al Hospital de La Santa Trinidad, sede de la muestra.

Antes de adentrarnos en ella digamos dos palabra sobre Toledo, que bien las merece.

Toledo ciudad de cerca de 85.000 habitantes, capital de la provincia homónima se encuentra en la comarca de La Sagra, tierra llana, suavemente ondulada, que solamente llega a 600 m de altitud media.

La ciudad esta situada en la orilla derecha del Tajo, en una colina de 100 m de altura sobre el río, que la ciñe por su base formando un pronunciado meandro conocido como el Torno del Tajo.


La historia de la ciudad se remonta a la Edad del Bronce, en la que fue un importante núcleo carpetano, tribu celtibera anterior a la conquista romana; quedan tambien muestras arqueológicas de los romanos, como el acueducto y el circo.

Despues de las invasiones germánicas, la ciudad se convertirá en  capital  con Leovigildo, rey de los visigodos, y en la sede episcopal mas importante del Reino Visigodo.

Tras la invasión musulmana de 711, quedo en poder de estos hasta la reconquista de Alfonso VI de León para los cristianos, en 1.085.

Durante la Edad Moderna Toledo destaco como sede de los Reyes Católicos y posteriormente durante las Guerra de los Comuneros, en la que encabezo la rebelión junto con Valladolid, contra Carlos I, con las desastrosas consecuencias que supuso la derrota y ejecución de los principales lideres de la rebelión y las sanciones posteriores que debilitaron la pujanza de Castilla y acabaron con su predominio.

Al trasladarse la capital a Madrid en 1.561 la ciudad entro en decadencia, acentuada por la crisis del momento.

Durante la invasión napoleónica Toledo sufrió enormemente, citare para ilustrarlo alguna de las palabras de Juan Manuel Magán (Barcelona 1.978)  DJ, compositor, letrista , cantante y productor discográfico, en el articulo "Toledo y la Guerra de la Independencia. Reseña de noticias diversas sobre la repercusión de la Guerra de la Independencia en Toledo y su provincia" publicado en Internet: http://edu.jccm.es/invento.

-"En la memoria histórica de Toledo y su provincia quedaron marcados los amargos recuerdos del paso de las tropas de Dupont, Victor, Valence y Soult. Su huella quedo indeleble en forma de destrucción, saqueo, extorsión y ultraje. Algunos de los enfrentamientos bélicos de particular significación en el desarrollo del conflicto se libraron en suelo toledano"-

Entre otros destrozos profanaron las tumbas de los Reyes godos, buscando tesoros y acabaron derruyendo el convento de agustinos donde estaban enterrados, y estuvieron a punto de destruir completamente la ciudad, al incendiar el Alcázar, donde estaban almacenadas armas y pólvora.

La Guerra de la Independencia, paradigma de las guerras modernas, empobreció a España, esquilmo su patrimonio histórico y retraso en varias décadas su desarrollo económico.

Tradicionalmente la metalurgia ha sido parte importante de la economía de Toledo, principalmente la confección de espadas y cuchillos, aunque hoy día el turismo y los servicios forman parte de la misma.

En cuanto a su patrimonio cultural es una de las ciudades españolas con mayor riqueza monumental, de la cual forman parte iglesias, palacios, fortalezas, etc., que convierten su casco antiguo en verdadero museo al aire libre; por todo esto fue nombrada Patrimonio de la Humanidad en 1.986.

Ha sido lugar de nacimiento y residencia de literatos como Garcilaso de la Vega, y de pintores como El Greco, entre otros muchos.

Como cosa curiosa anotare que su nombre se ha esparcido por el mundo, ya que hay cinco ciudades de E.E.U.U. que lo llevan en los estados de Illinois, Iowa, Oregon y Washington, otras siete de diversos países como Belice, Brasil, Canadá, Colombia, Filipinas, Portugal y Uruguay, además de cuatro núcleos mas en España en las provincias de Asturias, Huesca, Orense y Tenerife. Con el Toledo original castellano manchego, dieciséis en total.

Ya estábamos delante del Museo de Santa Cruz, sede de la exposición.
                                                 

Importante es la exposición, pero no le va a la zaga el imponente edificio del Museo, que ocupa el que fue Hospital de la Santa Cruz.

El Hospital de la Santa Cruz fue fundado por el Cardenal Mendoza (1.428-1.4895), una de las figuras mas importantes de su época, a principios del s. XVI, para asilo de niños abandonados, y asistencia a transeúntes enfermos y desamparados, aplicando las nuevas ideas de higiene y ventilación, que mejoraban mucho a los asilos medievales.

Funcionó como hospital hasta 1.846, en que paso a ser Colegio Militar, y después de vicisitudes y desastres que a punto estuvieron de acabar con este magnifico edificio, es, desde 1.961, Museo.

Sus arquitectos iniciales fueron los arquitectos toledanos Antón y Enrique Egas y mas tarde Alonso de Covarrubias; su estilo es renacentista, con ornamentación plateresca.

En este histórico edificio se ha desarrollado del 8 de septiembre al 9 de diciembre de 2.014 una de las muestras dedicadas a commemorar el IV centenario de fallecimiento de El Greco, con el nombre de "El Greco: arte y oficio".
                                                                   

 Domenikos Theotokopulos, El Greco(1.541-1.614), nació en la isla de Creta, Grecia, donde desarrollo una carrera de pintor de iconos posbizantinos; paso los diez años siguientes primero en Venecia, donde aprendió pintura al oleo con Tiziano y Tintoretto, y luego en Roma, donde conoció la obra de Miguel Ángel y el manierismo; su estilo paso entonces a ser renacentista, aunque interpretado de una forma personal y original.

Seguidamente se estableció en Toledo, donde residió y trabajo los siguientes treinta y siete años, hasta su muerte.

Actualmente está considerado como uno de los mas grandes pintores europeos, aunque en su época y durante varios siglos después, fue considerado como un pintor excéntrico, por su originalidad, dentro de la Historia del Arte.

La exposición muestra 92 obras, 70 cuadros de El Greco, 6 de su hijo Jorge Manuel y el resto del taller del pintor y de artistas tan relevantes como Orrente y Tristán, ya que se trata de mostrar al maestro, figura central, y su taller, con sus ayudantes, discípulos y aprendices, sin los cuales no sería hubiera sido posible realizar la gran cantidad obras maestras que nos ha legado para la posteridad.

Entre otras consideraciones sobre las obras mostradas, traídas de diferentes ciudades del mundo, la exposición es excepcional, por reunir por primera vez, los cuatro apostolarios mas completos que se conservan del artista:

El Apostolario del Marqués de San Feliz, del Museo de Bellas Artes de Asturias, en Oviedo.
                                                             

El Apostolario de Almadrones, Guadalajara, hoy día disperso por diferentes países y reunido para la ocasión
                                                                           

El Apostolario de la Sacristía de la Catedral de Toledo
                                                                                                           
                                                           
El Apostolario del Museo del Greco, en Toledo.
                                                                 
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Los cuatro parecidos, pero distintos, colocados los cuadros enfrente unos de otros, para que al pasar se pueda comparar, apóstol con apóstol.

Toda la exposición muestra interés en que podamos comparar obras de similar temática y tratamiento parecido, pero todas distintas. 

Todos los cuadros están restaurados y se pueden contemplar casi como recién acabados. El Greco siempre me ha entusiasmado y ver todos estas lienzos tan magníficamente colocados y expuestos me ha gustado muchísimo.

 Es un disfrute para la vista todos esos ropajes de vivos colores , todos esos personajes en la interpretación tan original del pintor...


                                                                 

Otro aspecto que hay que reseñar es el montaje de la exposición obra del arquitecto Juan A.García de Cubas (Madrid, 1.966) que ha sido articulado en los cuatro brazos del crucero inferior, con cuatro capítulos; "De la mano del Greco", "Invención e interpretación", "Apóstoles y Apostolados" y El Greco despues del Greco", con obras que ilustran los cuatro apartados.

Magnifica exposición, magnifica presentación con un recorrido didáctico que añade al placer visual.

Después de dos horas de visita lenta y atenta dejamos el Hospital de Santa Cruz y dimos un largo paseo hasta llegar a uno de los edificios emblemáticos de Toledo, el Alcázar.




El Alcázar es una fortificación situada en la parte mas alta de la ciudad. Su privilegiada situación le ha dado un gran valor estratégico, que aprovecharon los diversos pueblos que habitaron la zona y se establecieron en él

                                                                       
Su nombre viene del árabe Al-Qasar que quiere decir, precisamente, fortaleza.

En el s. III fue un palacio romano donde fue establecido el pretorio, sede del magistrado o pretor, cargo que venia después del de cónsul.

El rey visigodo Leovigildo (519-586) estableció en Toledo su capital en el año 568, de manera que a partir de entonces se construyeron en la ciudad residencias regias e iglesias como la de Santa Leocadia, en la que, además de la tumba de la santa están las de los reyes Wamba, Recesvinto y Chindasvinto.

El emir Abderraman II y el califa Abderraman III, realizaron obras en el Alcázar en los años 836 y 932 respectivamente.

Fue restaurado y ampliado durante el reinado de su reconquistador Alfonso VI, de León (1.040-1.109) en 1.085, y de sus sucesores Alfonso VII y Alfonso VIII.
                                                                   

Fernando III, el Santo, de León y Castilla (1.201-1.252) lo embelleció considerablemente y su hijo Alfonso X el Sabio fundo y estableció en el Alcázar la Escuela de Traductores de Toledo, con su ingente labor de traducción de textos greco-latinos que habían sido vertidos al árabe y hebreo, al latín y al castellano.

A partir del s XIV el Alcázar fue elegido por los reyes de la dinastía Trastámara como residencia real, que continuaron con los reformas, sobre todo del interior durante los reinados de Pedro I, Juan II, Enrique IV y los Reyes Católicos.

Cuando cambio la dinastía y el nuevo rey Carlos I de Habsburgo llegó a España, convocó en el Alcázar de Toledo las Cortes y también modificó la fortaleza en 1.535, obra que encargo a los arquitectos Covarrubias, Villalpando y Herrera, que le dieron su aspecto actual, diseñando un edificio compacto y cerrado embellecido con las fachadas norte y sur y un gigantesco escudo imperial.

Sufrió al menos dos incendios, pero el mayor de los desastres para el Alcázar, así como para todo el país fue la invasión de las tropas napoleónicas, ya que el ejército francés mantenía un gran contingente de hombres y artillería en el Alcázar, y que sin que se sepan las causas sufrió el mayor incendio de sus historia, quedando en pie solamente su estructura.

Después de comenzadas las obras dereedificación, que trancurrieron lentamente, debido a los transtornos políticos del s. XIX, en 1.878 se instalo en el Alcázar la Academia de Infantería de Toledo.

Otro terrible incendio en 1.887 lo destruyo, de nuevo, casi por completo.

Durante la Guerra Civil (1.936-1.939) el coronel José Moscardó se atrinchero junto con la Guardia Civil en el Alcázar que resulto, nuevamente, casi destruido por las tropas de la República, con un asedio que duro sesenta días ( 2 de julio-27 de septiembre de 1.936). Aun pueden verse incrustadas en la paredes del Alcázar balas perdidas del asedio. 
                                                                                     

En octubre de 1.998 se convirtió en la sede de la Biblioteca de Castilla-La Mancha y a partir de julio de 2.010 es sede del Museo del Ejercito.

Después de un paseo por los alrededores del Alcázar y de echar un vistazo al río Tajo que por cerca discurre, y comprobar que ahora con motivo de los trasvases es un  pequeño caudal tan solo, había llegado la hora de comer.

Tras este necesario y conveniente rato de descanso seguimos el paseo hasta la Catedral de Santa María llamada también Catedral Primada de España, considerada por algunos como el máximo representante del estilo gótico en España
                                                    

Su construcción, para la que se empleo piedra blanca de Orihuela comenzó en 1.226 bajo el reinado de Fernando III el Santo y las últimas aportaciones góticas se hicieron en el s. XV, 1.493, durante el reinado de los Reyes Católicos, cuando se cerraron las bóvedas de la nave central.
                                                               

Después de este pequeño recorrido vespertino por esta bella e interesante ciudad. volvimos a Madrid en el mismo medio de transporte, el AVE, en que habíamos llegado.