Este postre de origen suizo según unos o francés, según otros, se llama así, seguramente, en honor de algun
distinguido personaje procedente de Baviera, en cuyo honor fue elaborado.
En todo caso es un postre delicioso, y ahora, en primavera, hay albaricoques frescos y es el momento de hacerlo
Ingredientes
750 g de albaricoques
250 ml nata entera
15 g de gelatina
300 g de azúcar
curaçao o algún licor de naranja
Elaboración
Pelar los albaricoques y batirlos.
Mezclar el puré obtenido y el azúcar.
Poner en el fuego, espumar y cocer 6 minutos a poco fuego.
Una hora antes, diluir la gelatina con 3 cucharadas de agua hirviendo y después agua que la cubra. Una vez bien disuelta, añadirla al puré, así como una copita del licor.
Poner a enfriar en la nevera.
Batir la nata hasta que empiece a espesar.
Cuando el dulce de albaricoque empieza a cuajar añadir la nata.
Untar un molde con aceite y dejar en la nevera hasta el día siguiente.
Para desmoldarlo, se mete unos instantes en agua templada y se vuelca en un plato.
Se puede servir así solo, o adornado con nata y cerezas confitadas